Introducción
Justicia y
Democracia, palabras muy comunes en nuestro vocabulario, las escuchamos en la
televisión, la leemos en internet, libros, revistas, incluso las demandamos en
diversas ocasiones a nuestro gobierno, al mundo, pero,¿sabemos realmente lo que
significan?
En diversos libros
de derecho romano nos indican la definición etimológica de cada una de estas
palabras, e incluso el concepto que los Romanos tenían de ellas; en este caso,
como hay tantos libros sobre derecho romano, citare la definición que viene en
el libro: “Derecho Romano primer curso” de los autores:
Agustín Bravo
Gonzáles y Beatriz Bravo Gonzáles donde nos dicen: “Iustitia (justicia)… es la
voluntad firme y continuada de dar a cada quien lo suyo, es también esa
cualidad moral que obliga a los hombres a practicar cosas justas y que es causa
de que se hagan y de que se quieran hacer…”
En cuanto a
democracia, nos dice lo siguiente: “la palabra democracia proviene del griego
antiguo, y fue acuñado en Atenas en el siglo V a. C. a partir de los vocablos
demos que puede traducirse como pueblo y kratos, que puede traducirse como
poder, o gobierno, lo que traduciría democracia como: El poder o gobierno del
pueblo.” (Bravo A., Bravo B., “Derecho Romano primer curso”, Porrúa, México, 2014)
Y aunque sin lugar
a dudas el derecho Mexicano así como muchos otros tienen su origen en el
derecho de los antiguos Romanos, no es posible creer que la justicia y la
democracia sean lo mismo para los gobiernos actuales, en especial el Mexicano,
que para los antiguos habitantes de Roma, por el simple hecho de que las
sociedades son muy diferentes entre sí, dijo alguna vez un renombrado historiador
Francés: “Por haber observado mal las instituciones de la ciudad antigua, se la
ha creído resucitar entre nosotros. Se ha formado una ilusión sobre la libertad
entre los antiguos, y solo por eso ha peligrado la libertad entre los modernos…”
(Numa Denys Fustel de Coulanges)
Esta frase tan
cruda en su manera de expresarse, es de suma importancia para todos aquellos
estudiantes de derecho, hay que tener presente a la Roma antigua, a su derecho,
sus costumbres, su cultura, su historia, porque sirvió de base para nuestro
derecho, más sin embargo, no son iguales, las sociedades antes expuestas, son
muy diferentes entre sí, y por ende, el derecho de ambos pueblos, es único e
irrepetible, así como su cultura, y por lo mismo nos es imposible decir que la
justicia y la democracia que comprendían los antiguos Romanos es muy diferente
a las que comprendemos los Mexicanos de hoy.
Etimología
Justicia es una
palabra que proviene de la palabra iustitia, que a su vez tiene su origen en la
palabra ius que significa “derecho”, la palabra literalmente quiere decir “en
relación al derecho”, y los antiguos Romanos y Griegos la concebían como “la constante
y perpetua voluntad de dar a cada quien su derecho”.
Democracia en
cambio proviene del griego antiguo δημοκρατία (Demokratia) a partir de los
vocablos δῆμος (Demos) que puede traducirse
como pueblo y κράτος (kratos) que puede traducirse como poder, y en este caso
como gobierno.
Definiendo la
justicia
Comúnmente
entendemos por justicia hacer lo correcto, o que las cosas sean equitativas, o
bien que cada quien tenga lo que por sus méritos propios pueda ganarse,
¿podríamos resumirlo a la frase Romana de “dar a cada quien su derecho”?,
podría, pero no en el sentido que los antiguos Romanos lo manejaban.
Los romanos fueron
elaborando su derecho con gran sencillez, resolviendo los problemas prácticos
que se les presentaban con la mayor simplicidad, no generalizaban, ni
intentaron formular teorías generales o hipótesis, rehuían a las definiciones,
aunque en algunos casos las hayan hecho y con gran concisión. De esta manera
los romanos no universalizaron; su concepto de propiedad, por ejemplo, era
claro y escapaba a toda definición por su simplicidad, nunca la concibieron
absoluta e ilimitada.
El estudio del
derecho Romano es importante por ser este el antecedente de nuestro derecho
civil, incluso hay capítulos enteros de ese antiguo derecho que fueron
trasladados a nuestro derecho, siendo la estructura base del derecho civil de
toda Hispanoamérica, y facilita además el estudio del derecho comparado, pero ¿Podemos
decir que todos los conceptos de los Romanos son aplicados a nuestra actualidad?,
¿es el mismo derecho?, ¿Podemos identificarnos de forma practica con ellos?
Hemos mencionado
que es la base, pero la interpretación que tenemos nosotros de las leyes, su
concepto y la forma de aplicarla, quizás sea demasiado diferente a la que ellos
tenían.
Para el pueblo
Romano la justicia podía definirse de varias maneras. Agustín Bravo Gonzales,
autor de los dos cursos de derecho Romano de editorial Porrúa nos dice: “Para
los antiguos la iustitia (justicia) era la voluntad firme y continuada de dar a
cada quien lo suyo.”
Dicho de otra
forma, para ellos justicia era juzgar y ver que se cumplieran las leyes que
habían sido hechas para cada grupo social, tenían una ley para los ciudadanos
de Roma, otra para aquellos que habían inmigrado a Roma, llamados plebeyos,
otra para aquellos pueblos conquistados e incluso unas leyes que aplicaban a
las personas dependiendo de su estatus en la familia. Dar a cada quien lo suyo
era juzgar a cada quien dependiendo su estatus y rol.
En la actualidad
nuestro derecho no hace diferencia entre hombres y mujeres, a diferencia del
derecho de los romanos, incluso nosotros desconocemos la esclavitud, y una de
las garantías que establece nuestra constitución es la de la igualdad ante la
ley, luego entonces, ¿cómo podemos decir que la justicia es dar a cada quien su
derecho, si para todos los ciudadanos Mexicanos es el mismo derecho?
Muchas otras veces
se escucha decir que la justicia es el principio de que todos somos iguales,
que todos tenemos derechos y obligaciones, que todos debemos ser tratados con
respeto y sin discriminación, pero eso es erróneo, pues lo que la gente está
definiendo allí, no es la justicia, es la igualdad y la equidad.
Agustín Bravo
también nos dice referente al concepto que tenían los antiguos romanos de la
justicia y el que nosotros los modernos tenemos que: “Justicia y derecho son
concepto correlativos, íntimamente relacionados entre sí. El derecho tiende a
la realización de la justicia, el derecho es el objeto de la virtud conocida
con el nombre de justicia, de aquí la necesidad de saber qué cosa sea la
justicia, aunque es raro el tratadista de derecho moderno que se detiene a estudiar
este concepto. Esta omisión se debe a que los autores siguen una tendencia
común a toda investigación jurídica al través del siglo XIX, que se reduce a
hacer comentarios de los distintos códigos, especialmente del código civil
francés, sin profundizar y a veces sin tratar los aspectos de fondo o
científicos propiamente dichos del derecho”
En estas palabras
Agustín Bravo nos explica uno de los mayores problemas que tiene la sociedad
moderna al intentar definir la justicia, o incluso al intentar interpretar y
entender el derecho.
Es increíble que
este concepto se venga estudiando desde los antiguos pensadores griegos, como
Aristóteles en su libro “moral a Nicómano”, donde realiza un profundo análisis,
que hasta ahora no ha sido superado.
Dijo Aristóteles: “Justicia
se llama a esa cualidad moral que obliga a los hombres a practicar cosas justas
y que es causa de que se hagan y de que se quieran hacer. La injusticia es la
cualidad contraria; es injusto el que falta a las leyes, el que es demasiado codicioso
y el inicuo. Es justo el que obedece a las leyes y el que observa con los demás
las reglas de la igualdad. Lo justo será lo que es conforme a la ley y a la igualdad,
lo injusto será lo contrario. Todos los actos especificados por la legislación
son legales, llamamos justos a todos esos actos” “la ley tiene por objeto
favorecer el interés general de los ciudadanos, la justicia hace que el hombre
obedezca la ley”
Luego llego en la
edad media Santo tomas de Aquino, que retoma la idea de Aristóteles en su libro
summa theologiae (suma teológica)
Esto nos permite
darnos un idea de lo que la justicia era para los antiguos, ¿Pero es aplicable
en los tiempos modernos?, ¿Es aplicable para todas las sociedades?,
Si fuese que el
derecho y la justicia es lo mismo, como sugieren algunos antiguos pensadores
Griegos y Romanos, ¿Cómo podríamos justificar que en el tan conocido decálogo
del abogado o mandamientos de Couture haya una parte que diga “Si en algún
momento vez que existe conflicto entre el derecho y la justicia, siempre tienes
que velar por los intereses de la justicia”? considerando que este escrito es
tomado como los principios a los cuales cualquier licenciado en derecho debe
apegarse.
Vamos ahora con un
autor un poco más contemporáneo. El doctor José Tapia Tovar, nos da una
definición de lo que es justicia. “La justicia es la concepción que cada época
y civilización tiene acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un valor
determinado como bien común por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener
la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de pautas y criterios que
establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones,
autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción
de individuos e instituciones” (Tapia J. “Temas de justicia”, Porrúa, México,
2014).
Esta concepción de
la justicia se presta a menos controversias, pues la define como un valor que
busca el bien común de una sociedad, lo que permite que no sea interpretado de
la misma forma en diversas culturas, por ejemplo, no es lo mismo la justicia
para el Mexicano que para el Árabe, o el antiguo Romano, más sin embargo para
todos es un valor necesario y que buscan con intención de lograr el bien de su
nación.
La justicia ha sido
concebida como una virtud humana, puede ser definida como el arte de hacer lo
justo, y de “dar a cada uno lo suyo”, lo que básicamente nos dice que la
justicia es la virtud de cumplir y respetar el derecho, lo que englobaría también
el hecho de exigir esos derechos y el dar esos derechos a un individuo.
Para diversos
autores la justicia no consiste en dar o repartir cosas a la humanidad sino el
saber decidir a quién le pertenece esa cosa por derecho. La
Justicia es ética,
equidad y honradez, es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo.
Es aquel sentimiento
de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todos los
derechos de los demás.
La justicia no es
algo que sea individual, pues es siempre una virtud que se tiene en relación a
otra persona.
El derecho y la
justicia siempre van de la mano, el primero debería siempre ver que la justicia
se cumpla y se respete, pero en caso de que la justicia no pudiera alcanzarse,
como nos vuelve a decir el decálogo del abogado, hay que tener fe en paz como
sustituto de la justicia.
La justicia es pues
una virtud que nos hace buscar el bienestar común, es el hacer lo correcto, o
bien, como está escrito en cada cuadro de los juzgados civiles del estado de
Querétaro, justicia es “dar a cada quien lo suyo”, entendiéndolo como el hecho
de que cada quien debe recibir lo que por trabajo y derecho propio le pertenece.
Definiendo la
democracia
La democracia
presenta quizás, menos problemas a la hora de definirla que la justicia, pero
no por ello es menos compleja. Podemos decir en primer lugar que la democracia
es un sistema político, con una estructura definida, cuyo fin es el de otorgar
al pueblo la soberanía, la cual pueden ejercer de manera directa o indirecta.
Se entiende por
democracia también a aquellos estados cuyo régimen político es la democracia en
alguna de sus variedades (directa, indirecta, pura, mixta, etc.)
O como un modo de
tomar decisiones que sean aprobadas por la mayoría a través del sufragio.
Origen de la
democracia
La democracia
comenzó en la antigua Grecia de donde viene su origen etimológico,
específicamente en Atenas en el siglo V a.c., perdurando hasta el día en que
Roma la conquisto, aunque no fue precisamente la única democracia que se dio en
el mundo antiguo, pero si la más conocida y la que más poder y estabilidad
poseyó.
Atenas implemento
la democracia directa, donde la gente no elige a representantes para votar en
su nombre, sino que desarrollaban la legislación y ejercían el poder ejecutivo
de manera personal. No obstante, la participación no era ni mucho menos
universal, pero entre los que participaban apenas influía el poder económico, y
la cantidad de gente involucrada era enorme. Además, las opiniones de los
votantes estaban notablemente influidas por las sátiras políticas realizadas
por los poetas cómicos en los teatros.
Hay que aclarar
antes, que al igual que los Romanos, no todos aquellos que vivían en Atenas
eran considerados ciudadanos, estos solo eran aquellas personas que poseían un
culto doméstico y que descendían de antiquísimas familias fundadoras de la
ciudad, llamados eupátridas, que vienen a ser los equivalentes griegos de los patricios
de roma.
Los historiadores
discrepan sobre quien fue el responsable de la creación de cada una de las
instituciones, y cuáles de entre ellas representó más fielmente un movimiento
verdaderamente democrático. Lo más habitual es tomar como referencia de inicio
de la democracia a Clístenes perteneciente a la familia de los Alcmeónidas,
quien fue enemigo abierto de la oligarquía, llegando al poder con ayuda del
pueblo que carecía de participación en las asambleas. Sin embargo, el líder
democrático más conocido y longevo fue Pericles; después de su muerte, el régimen
democrático ateniense fue interrumpido dos veces por la revolución oligárquica
hacia el final de la Guerra del Peloponeso. El sistema democrático fue modificado
ligeramente después de ser restaurado gracias a Eucleides; de hecho, la mayoría
de las descripciones detalladas del sistema datan de esta época y no del
sistema original de Pericles. Fue suprimido por los macedonios en 322 a. C.
Las instituciones
atenienses se restauraron más adelante.
Hay ciertos matices
que nos hacen pensar en una similitud entre la democracia de los griegos y las
actuales, la verdad es que no podemos compararles, pues las sociedades son
demasiado diferentes, aunque comparten el mismo nombre y ciertos puntos
generales, distan mucho unas de otras, más sin embargo no podemos decir que la
democracia ateniense no sea una democracia, pues si lo era, pero su concepto de
pueblo, era muy diferente al que tenemos hoy en día.
Para empezar, hay
que entender, como dicen el escritor Agustín Bravo y el sociólogo Daniel Moreno
que no podemos querer comparar a los antiguos con nosotros, no se pueden observar
a los antiguos pueblos con nuestros valores y principios, pues entonces no
podríamos darnos una idea correcta, pues estaríamos llenos de prejuicios ante
sus regímenes.
A estos pueblos y a
sus instituciones hay que estudiarlos con el espíritu libre y la mente abierta,
observarlos sin buscar semejanzas, no al menos antes de haberlos estudiado y
analizado con calma, de otra forma llegaríamos al error de creer que lo que los
atenienses tenían no era una democracia, cuando realmente fueron ellos quienes dieron
el concepto, aunque adaptado a su tiempo y cultura.
La democracia
contemporánea
Con la caída del
antiguo régimen y el descontento de los ciudadanos menos acaudalados, el deseo
de un gobierno dirigido por el pueblo trajo a la vida nuevamente el concepto
abandonado por los griegos, pero con grandes variaciones, que tienen que ver
más con el significado de pueblo, que con el de la democracia.
Actualmente el
pueblo está conformado por todos aquellos individuos que están en edad de poder
emitir un voto (que son mayores de edad) y que nacieron en el territorio donde
el estado gobierna, o bien que se han naturalizado por algún medio previsto en
la constitución, el pueblo, como tal, no hace diferencia entre hombres o
mujeres, entre ricos o pobres, todos son reconocidos como ciudadanos y todos
tienen derechos, aunque en la práctica quizás si influya, pero eso es causa de
nuestra cultura.
En cambio en la
antigüedad, los atenienses y los romanos entendían por pueblo algo muy
diferente, a ellos los unía el culto, no todos eran considerados personas, y
había una marcada diferencia entre hombres y mujeres.
Democracia es una
forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto
de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización
del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo
mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido
amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros
son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a
mecanismos contractuales.
Hay democracia
indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas
reconocidas por el pueblo como sus representantes.
Hay democracia
participativa cuando se aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos
su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una
influencia directa en las decisiones públicas o cuando se facilita a la ciudadanía
amplios mecanismos legales consultivos.
Finalmente, hay
democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los miembros
del pueblo, mediante plebiscitos vinculantes, elecciones primarias,
facilitación de la iniciativa legislativa popular y votación popular de leyes,
concepto que incluye la democracia líquida. Estas tres formas no son excluyentes
y suelen integrarse como mecanismos complementarios en algunos sistemas
políticos, aunque siempre suele haber un mayor peso de una de las tres formas
en un sistema político concreto.
No debe confundirse
República con Democracia, pues aluden a principios distintos, la república es
el gobierno de la ley mientras que democracia significa el gobierno del pueblo.
Aplicación practica
En la práctica,
existen muchas variantes del concepto de democracia, algunas de ellas llevadas
a la realidad y otras sólo hipotéticas. En la actualidad los mecanismos de
democracia más extendidos son los de la democracia representativa; de hecho, se
trata del sistema de gobierno más utilizado en el mundo. Algunos países como
Suiza o Estados Unidos cuentan con algunos mecanismos propios de la democracia
directa. La democracia deliberativa es otro tipo de democracia que pone el
énfasis en el proceso de deliberación o debate, y no tanto en las votaciones.
El concepto de
democracia participativa propone la creación de formas democráticas directas
para atenuar el carácter puramente representativo (audiencias públicas,
recursos administrativos)
El concepto de
democracia social propone el reconocimiento de las organizaciones de la
sociedad civil como sujetos políticos (consejos económicos y sociales, diálogo
social)
Estas
diferenciaciones no se presentan en forma pura, sino que los sistemas democráticos
suelen tener componentes de unas y otras formas de democracia.
Las democracias
modernas tienden a establecer un complejo sistema de mecanismos de control de
los cargos públicos. Una de las manifestaciones de estos controles horizontales
es la figura del juicio político, al que pueden ser sometidos tanto los
presidentes como los jueces, por parte de los parlamentos, de acuerdo a ciertas
constituciones, como la de Argentina, Brasil o Estados Unidos.
Otras agencias más
modernas orientadas al mismo fin son las sindicaturas de empresas públicas, los
organismos de auditoría, las oficinas de ética pública, etc.
Elementos de la
democracia moderna
En la democracia
moderna juega un rol decisivo la llamada regla de la mayoría, esdecir el derecho
de la mayoría a que se adopte su posición cuando existen diversas propuestas.
Ello ha llevado a que sea un lugar común de la cultura popular asimilar
democracia con decisión mayoritaria.
Las elecciones son
el instrumento en el que se aplica la regla de mayoría; haciendo así de la
democracia el ejercicio más eficiente, eficaz y transparente, donde se aplica
la igualdad y la oportunidad de justicia, práctica originada en los siglos
XVIII y XIX; cuando la mujer se hace partícipe del derecho al voto. Además, la
democracia contemporánea, no se mantiene paralela al régimen absolutista y al monopolio
del poder.
Sin embargo muchos
sistemas democráticos no utilizan la regla de la mayoría o la restringen
mediante sistemas de elección rotativos, al azar, derecho a veto (mayorías
especiales), etc.
De hecho, en
determinadas circunstancias, la regla de la mayoría puede volverse antidemocrática
cuando afecta derechos fundamentales de las minorías o de los individuos.
Las democracias
reales suelen ser complejos mecanismos articulados, con múltiples reglas de
participación en los procesos de deliberación, toma de decisiones, en los que
el poder se divide constitucionalmente o estatutariamente, en múltiples funciones
y ámbitos territoriales, y se establecen variedad de sistemas de control,
contrapesos y limitaciones, que llevan a la conformación de distintos tipos de
mayorías, a la preservación de ámbitos básicos para las minorías y a garantizar
los derechos humanos de los individuos y grupos sociales.
Conclusión:
Hay tantas
opiniones acerca de lo que es justicia, lo que es democracia, que es difícil
poder tener un concepto propio y no arriesgarse a un error, comparto la idea de
varios autores de que para poder comprender una definición o concepto, sobre todo
en materia de leyes, hay que situar dicho concepto o definición en un espacio y
un tiempo determinado, después de todo la costumbre es una de las fuentes del derecho.
Personalmente creo
que no es nada sencillo ni practico llegar a una democracia pura y directa,
pero a la que tenemos, que es representativa, le hace falta mucho para ser un
sistema que satisfaga las necesidades del estado, aunque no es solo por culpa
del gobierno y sus integrantes, después de todo el pueblo es soberano, somos
nosotros los que los eligieron, ya sea por voto o por omisión de él.
Surge entonces la
interrogante, ¿Debería cambiarse este modo de gobierno? ¿Puede realmente
cambiarse?, la respuesta creo firmemente que es sí, pero no como todo mundo lo
piensa, no es con sangre y violencia, o quizás sí, pero aquí lo importante es
¿y una vez derroques a los que tienen el poder que? Si no tienes un sistema ya
planeado, si no tienes una estructura, el cambio que planees hacer no servirá,
pues realmente no habrá cambio alguno, las leyes deben hacerse con una
estructura, un método, y adecuarse a una sociedad que a su vez deberá someterse
y adecuarse a dichas leyes, o al menos es lo que en opinión personal opino.
Sobre el tema de la
justicia, creo que aún no soy capaz de poder definirla, la frase de “dar a cada
quien lo suyo” me es insuficiente para definir algo tan importante, siento que
es demasiado vago, es más, sintiera que defino la equidad y no la justicia, y
esas dos palabras no son sinónimas, están relacionadas, pero no son iguales.
De momento me quedo
con la definición de que: “Justicia es dar a cada quien lo suyo que se ha
ganado con su esfuerzo y mérito propio, darle a cada quien lo que le corresponde
por derecho propio”
Y sé que muy
posiblemente mi definición sea errada, pero espero en el transcurso de la
carrera poder llegar a comprender mejor ese concepto, esa idea, esa virtud, comprender
mejor la justicia.
Bibliografía
“La
ciudad antigua” Fustel de Coulanges, Porrúa México 2014
“Derecho
romano primer y segundo curso” Agustín Bravo Gonzales, Porrúa
México
2014
“El
señor magistrado” José Tapia Tovar, Porrúa, 2014
“La
justicia enferma”, Marco Garcia Noriega, Planeta, México, 2012
"La
democracia entre la propiedad privada y la cosa pública" Pablo Pozzoni,
Akal,
España,
1999
“La
democracia feliz” Santiago Sevilla, Fondo de la cultura económica,
México1997
“Democracia
republicana” Carlos salinas de Gortari, Debate, México, 2000
“Los
orígenes de la democracia”, Barrington Moore Jr., Akal, España, 1985
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